La verdad sobre los contratos discográficos pasados y presentes

Jason Jordan de earthprogram - Parte I

Hasta hace poco tiempo, los artistas pensaban que firmar un contrato discográfico con una gran marca era el único camino al éxito. Las cosas han cambiado y la industria de la música se está recuperando desde la aparición de Napster. Durante un breve periodo de tiempo, muchas marcas ofrecieron a los artistas a firmar contratos de 360 grados, por el que se hacían dueñas de casi todas las fuentes de ingresos de los artistas. Pero gracias a las oportunidades que ofrecen las redes sociales y el streaming para hacer las cosas por cuenta propia y a la creciente pericia de los artistas y los abogados del sector, incluso ese tipo de contratos es agua pasada. 
 

Conozca a Jason Jordan de earthprogram


Entonces, ¿cómo desarrollan los artistas actuales carreras profesionales sostenibles? Jason Jordan de earthprogram tiene la respuesta. Este veterano de la industria musical con hace más de 30 años de profesión, ha participado en todo, desde sellos indie punk hasta colaborar en la dirección de algunas de las discográficas más importantes del mundo. Su empresa, earthprogram, adopta un enfoque diferente en la actualidad. Se asocia con artistas para ayudarles a desenvolverse por la industria moderna y encontrar su propio éxito.
 
Recientemente, Jordan ha tenido la amabilidad de dedicar un poco de tiempo de su apretada agenda para compartir algunos de sus valiosos conocimientos. Ofrece a Sennheiser una imagen de lo que ocurre entre bambalina en el sector, explicando cómo funcionaba antes, dónde se encuentra hoy y cómo avanzar hacia el futuro. 
 
Él debería saberlo. Lleva en esto desde que era niño.
 
“Puse en marcha una discográfica cuando tenía 12 años”, declaró. "Me gustaba el punk rock y el hardcore, y mi espíritu viene de esa época, de cuando uno lo hacía todo. Cuando tenía 20 años, tenía sellos que venían a Filadelfia, donde yo vivía, para intentar contratar a mis bandas. 
 
Después de eso, fui representante de A&R (Artistas y Repertorio: un departamento dentro de un sello discográfico o editorial de música que encuentra y desarrolla nuevos artistas y actúa como enlace entre los artistas y la empresa) para grandes marcas durante casi 30 años. Trabajé en Columbia Records durante cuatro años y en Hollywood Records, que era propiedad de Disney, durante 14 años. 
 
Desde ahí, pasé a publicar música porque me preocupan los derechos. Fui presidente de Imagem y director de A&R, esencialmente para firmar nuevos contratos discográficos para luego tratar de activarlos en los principales sellos. En 2016, me incorporé a Republic Records como vicepresidente senior de A&R durante un par de años".
 
 
 

Sellos discográficos: El modelo antiguo


Con un currículum tan amplio, Jordan conoce la verdad sobre el funcionamiento interno de las discográficas. Aunque muchos de nosotros pensamos en el apogeo de la industria en forma de limusinas y mansiones, afirma que rara vez ocurría eso. En su lugar, las ofertas siempre se han diseñado para que las discográficas sean las primeras en ganar dinero, incluso en el caso de los artistas más destacados. 
 
“Dependía del nivel de prioridad que se diera al artista”, admitió. "Pero al firmar el contrato, ya estás entregando todos tus activos. Recibes un cheque y todo ese dinero es recuperable, lo que significa que el dinero tiene que recuperarse (devolverse) vendiendo discos. Además, todos los costes de creación del álbum son recuperables. Todos los costes de comercialización, grabación de vídeos y cualquier otro gasto que vayan a realizar en ti, los adeudarás. 
 
Si trabajara en una gran discográficas, sería honesto con los artistas. Les diría: Mira, te voy a dar muchísimo dinero. Vamos a hacer un álbum, pero no te equivoques. Si el contrato es para siete álbumes, sigue siendo un contrato para singles. Al final del día la cosa no resulta tan atractiva".
 
 

Las discográficas en la actualidad


Aunque los principales sellos discográficos siguen trabajando como describe Jordan, el contrato tradicional es una parte cada vez más pequeña de la economía de la grabación. En la actualidad, los artistas se están adaptando a un enfoque mucho más artesanal, obligando a los sellos a replantearse sus prioridades. 
"En aquella época (acabada), a principios de la década de 1990, entraba en un club y decía: Madre mía, el baterista ha estado increíble. El talento del cantante es increíble. Las letras son impresionantes. ¡El guitarrista es una estrella!" Explicó Jordan. "A menudo firmaría un contrato con ellos basándome solo en estas referencias, pero ya no se basa en el talento. Se basa en el éxito anterior. 
 
Todas las principales discográficas analizan ahora el streaming. Es como: Hola, han reproducido 30 millones de veces tus canciones. Por lo tanto, debes firmar con una discográficas importante. Reúnes las condiciones para un préstamo de 1 millón de dólares. La idea es: Si ya tienes éxito por tu cuenta, ¿cómo será si echamos más gasolina? Sin embargo, el 90 % de las veces, lo que echan es agua.
 
Eso ocurre ahora con todos los sellos discográficos. No trabajan en el desarrollo de ningún artista. Son muy pocas las personas que pueden seguir guiando a alguien a través del proceso creativo".
 
Centrarse en el streaming tiene mucho sentido. Desde principios de la década del 2000, las plataformas como Napster empezaron a absorber ingresos procedentes de las ventas de CD, dejando a las discográficas pelear para encontrar nuevas fuentes de ingresos. Durante un tiempo, la respuesta fueron los contratos de 360 grados, en los que sacaban tajada de todo, desde el merchandising de los artistas hasta los beneficios de sus giras. Pero estos contratos solo eran rentables para las discográficas y artistas más importantes con unos beneficios suficientes para mantener a ambos a flote. Jordan dice que sabe de primera mano que incluso las empresas más importantes han dejado atrás ese modelo.
 
"Trabajé en Disney e intentamos firmar contratos de 360 grados, porque tenían una empresa de merchandising porque, bueno, era Disney. Lo tenían todo. Pero, para mí, el modelo de 360 grados es papel mojado. No conozco a nadie que esté dispuesto a firmar uno".
 

Qué buscan las discográficas


En la actualidad, los sellos discográficos buscan un producto completo que lo pueda todo y además garantice el retorno de su inversión. El streaming es su prioridad. Y no hay que olvidarse de las redes sociales. Ellas son las nuevas tiendas de discos. La buena noticia es que estas plataformas hacen que sea más fácil que nunca dar a conocer tus canciones al mundo. La mala noticia es, como señala Jordan, que el modelo presenta su propio conjunto de retos significativos.
 
“Los niños descubren la música en Internet”, declaró. "Pueden descubrirla en TikTok o YouTube. Después, acceden a su cuenta de Spotify, buscan a los artistas y los añaden a sus playlists. Pero cada día se publican 120 000 nuevas canciones en Spotify y ya hay cientos de miles, si no millones, de canciones en Spotify que tienen cero reproducciones. Es abrumador”.
 

No toda esperanza está perdida


Aunque el negocio discográficos está, y siempre ha estado, construido para ganar dinero, el streaming ofrece numerosas oportunidades para que los artistas desarrollen carreras profesionales de éxito y sostenibles. En la Parte II de nuestra conversación con Jason Jordan trataremos cómo lograr esto. 

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